La elección de macetas puede ser tan sencilla como ir a una tienda y comprar la primera que veamos, pero debemos hacerlo de manera inteligente y comprar aquella que mejor se adapte a la planta que vaya a ocuparla.
Por ello, antes de elegir la maceta debemos conocer el espacio con el que contamos en nuestro hogar y medir bien el lugar donde queremos colocar la maceta, hay que saber el número de plantas que se colocarán en ese espacio y saber qué tipo de plantas serán para decidir cuál es la maceta que mejor le conviene.
Si se trata de arbustos, lo mejor es elegir una maceta que sea bastante grande. Dado que suelen necesitar bastante espacio y llegan a tener un tamaño considerable. Los arbustos necesitan un constante mantenimiento, por tanto, para que los arbustos estén correctamente hay que prestarle la máxima atención.
En cuanto a macetas de tamaño grande, también hay que destacar las enredaderas. Esta especie de plantas necesita un amplio espacio para que la raíz se asiente bien y pueda crecer con firmeza. Lo más importante no es que la maceta sea ancha sino alta.
Los helechos suelen extenderse a medida que van creciendo y destacan porque sus hojas se vuelven grandes y anchas. En este caso, la maceta debe ser bastante ancha en lugar de alta para permitir que las hojas caigan de la forma más natural posible.
Gracias a sus características, los cactus no requieren apenas de cuidados y pueden ser plantados en zonas pequeñas y no son demasiado exigentes en cuanto al tamaño de las macetas.
Para una planta con flores, que necesitan mucha agua y aire, la maceta debe ser muy importante. Si es demasiado pequeña la tierra estará muy compacta y podrá asfixiar a la planta y una grande puede repercutir de manera negativa a la retención de agua.
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